Inspirado en las charlas de Javi Creus | @javicreus @PentaGrowth
Los momentos de cambio cambian las respuestas, pero también cambian las preguntas, preguntas que eran muy fáciles se han vuelto muy difíciles, preguntas muy difíciles se han vuelto fáciles y te empiezas a hacer nuevas preguntas.
Empecemos con una pregunta que parecía fácil y se ahora se ha vuelto difícil: ¿Cuál es tu profesión, Cuál es tu oficio, en qué trabajas? La mayoría de nosotros nos hemos tenido que reinventar muchas veces, quizás tengamos un oficio hoy, pero puede ser que cambie en unos meses, los avances tecnológicos en áreas como distribución, fabricación, administración inclusive ventas harán desaparecer a millones de trabajos que conocemos actualmente.
Ahora veamos preguntas difíciles que se han vuelto fáciles: ¿Qué quieres aprender? Wikipedia, Youtube, o la Kahn Academy, entre otras, te permiten saber lo que quieras de una forma inmediata y muy fresca, cada una comparte lo que sabe, lo organiza mediante reglas, y lo pone a disposición de todos.
Otra pregunta que se ha vuelto fácil: ¿A dónde quieres ir? Plataformas como Blablacar, Uber o Lyft, facilitan esta respuesta, conectando a conductores con personas que quieren moverse de un punto a otro, estas plataformas transportan millones de pasajeros al mes, a un click y de manera muy eficiente, sin inversión, sin comprar vehículos, sin entrenar personal, es otra categoría de economía, es otro nivel de eficiencia.
Estamos entrando en un nuevo modelo de producción, el modelo de la producción ciudadana, y ¿Qué estamos viendo? que están en otro nivel de eficiencia, un modelo capaz de producir mucho con poco, o casi todo con casi nada, sea transporte, alojamiento, conocimiento, sea lo que sea, un modelo más productivo, más eficiente, que genera abundancia donde antes había escasez, un modelo capaz de generar fuentes de confianza más allá de las instituciones u organizaciones que conocemos.
Empezamos a darnos cuenta que, no siempre lo mayor es lo mejor, empezamos a ver también que el empleo tradicional no dará para todos, empezamos a ver la necesidad de dar valor a aquellas cosas que aún no sabemos pagar o controlar con dinero.
¿Qué está pasando? Estamos en un cambio económico total, en un cambio en los modelos y factores de producción. Cualquier economía se define por una combinación determinada de Capital, Trabajo y de Recursos, y están cambiando todos a la vez.
Capital: cada vez se necesita menos dinero para arrancar un negocio, ha descendido la necesidad de dinero, con plataformas como Google Apps for Work, Amazon Web Services, MailChimp o nuestra PBX Virtual y PBX Móvil, los costes en dinero han disminuido radicalmente, además tenemos el Crowfounding que te permiten financiarte de otra manera. La segunda fuente de capital es el capital confianza, los ciudadanos ya no confiamos tanto en las instituciones tradicionales: políticos, parlamento, medios de comunicación, bancos, ahora confiamos más en la sociedad civil, confiamos los unos en los otros, hay una revolución en la confianza, las redes sociales nos permite desarrollar confianza entre extraños, una novedad en lo humano, y lo abierto nos permite confiar en reglas que tenemos a la vista.
El ciudadano medio del mundo, según National Geographic tiene 28 años, está educado, tiene ambiciones, está conectado, tiene conocimiento y quiere cambiar las cosas a nivel global.
Los ciudadanos ya no solo somos consumidores, hemos aprendido a compartir nuestras ideas y conocimiento, tenemos la capacidad y la ejercemos de financiar proyectos que instituciones clásicas jamás hubieran financiado, tenemos la capacidad de producir alojamiento, transporte, energía, ciencia, y lo que se nos ocurra, tenemos la capacidad, cada vez más clara, de crear valor entre todos y luego repartirse los dividendos en función del resultado.
¿Quién es este nuevo agente económico? Es el ciudadano productor, es cualquier de nosotros cuando pone en valor lo que tiene, lo que sabe o lo que le gusta a cambio de una palmadita en la espalda, a cambio de un reconocimiento o a cambio de dinero, lo que ha pasado es que la escala económicamente óptima, para muchas cosas es 1, un hotel de 1 habitación, un restaurante de 1 mesa, una compañía de transportes de 1 plaza, un artesano multinacional de 1 sola persona.
Ahora vamos con las preguntas nuevas: ¿Qué buscas Ingresos o un Salario? Para estar vivos se necesitan ingresos, claro está, y parece que no habrá empleo para todos, en la economía colaborativa los ingresos por hora, de aquellos que son bien valorados, son más altos que los ingresos de un empleo tradicional, eso sí, sin la seguridad ni estabilidad. Cuando nos damos cuenta que hay otra manera de crear valor, basado en las nuevas fuentes de confianza, nos damos cuenta que hay otra manera de generar actividades entre nosotros, de una manera socialmente más interesante y a todas luces más sostenible, y es un fenómeno contagioso que está sucediendo en la mayoría de países con fácil acceso a Internet. Cuando los ciudadanos nos ponemos a hacer algo en conjunto tenemos la capacidad de transformar el sistema.
La pregunta que conviene hacernos es: ¿Cómo me va a afectar esto a mi? ya que está afectando y tiene el potencial de afectar a sectores como energía, educación, salud, empresa, ciencia, política, tecnología, ocio, viajes, transporte, urbanismo, construcción, fabricación, industria y muchos más. Estamos muy cerca, como propone el alcalde de Seoul, de tener un estilo de vida acorde al sentido común, parece que tenemos el potencial de contribuir a un nuevo modo de producción que esté destinado a generar abundancia, a generar eficiencia y a desarrollar la confianza mutua entre todos nosotros.
Y tú ¿eres o te gustaría ser agente económico en este nuevo modelo de producción ciudadano?